Duda de: El entretenimiento de hoy y de Disney

 Desde que empecé a leer este libro, vengo dándole vueltas y discutiéndolo con personas cercanas, relacionándolo con temas actuales. Para ser de los años 70, puedo decir que es bastante vigente en la actualidad además de haberse adelantado (posiblemente) a situaciones que, probablemente no son nuevas hoy en día pero que sí se han intensificado con fuerza debido a los nuevos modos de vida que se tienen de forma contemporánea. 

"Para leer al pato Donald" de los autores Ariel Dorfman y Armand Mattelart es un libro publicado en el año 1971, y como dije, es importante resaltar la época en la que apareció pues es un mundo muy distinto al que tenemos hoy en día. Por un poco de contexto, es la época de las varias dictaduras impuestas en América Latina, el tiempo donde los disquetes y VHS eran la tecnología de moda, la década del nacimiento de los dos grandes de la industria tecnológica actual Apple y Microsoft, tiempo donde también se inició el clásico de Star Wars, se nombró a un nuevo Papa al final de esa década, la Madre Teresa del Calcuta todavía era relevante, entre muchas otras cosas. En esa década, Disney ya estaría consagrada en el mundo de las compañías como una de las más grandes además de la mayor productora de filmes y cosas relacionadas al mundo animado, así como la encargada de crear y distribuir todo tipo de mercancía de todos sus personajes, especialmente de su grupo especial conformado por: Mickey Mouse (Ratón Mickey o Ratón Miguelín en Latinoamérica en ese tiempo), el Pato Donald, Goofy (o Tribilín), Minnie, Daisy, Pluto, y sin olvidarnos de la familia extendida del pato, el Tio Rico McPato, sus sobrinos Hugo, Paco y Luis y el resto de personajes secundarios que aparecían fortuitamente para ser de alguna forma protagonistas o antagonistas en las aventuras de la pandilla principal. 

Tomado de https://comicstrinidad.com/wp-content/uploads/pato-donald-extra-2.jpg

Dicho libro toma gran cantidad de las historias que se publicaban en la revista propia de la compañía, llamada Disneyland o Disneylandia en español, donde se mostraban en el formato comic occidental las aventuras, situaciones y desventuras, enseñanzas y moralejas que los personajes más famosos tenían de forma periódica. Se podían centrar solo en un personaje, a veces en varios, incluso toda la pandilla enfrentándose a un problema más grandes que ellos mismos, pero a quienes hay que resaltar aquí es, como el nombre del libro indica, a Donald y por extensión, a su familia de patos que viven en la ruidosa e inquieta ciudad de Patolandia. Dorfman y Armand hacen un análisis en seis capítulos y una conclusión sobre estas historias, al menos desde la perspectiva chilena pero que tiene mucho llevarse a cualquier otro país o tiempo, sobre cómo aquellas historietas con sus personajes aparentemente inocentes que viven situaciones tanto cómicas como reflexivas, en realidad tienen un trasfondo e ideales más complejos, macabros e incluso políticos. 

A manera de resaltar tanto lo que recuerdo como lo que me parece lo más importante del libro, se destaca el hecho de que Disney no solo vende un mundo de entretención sana e idílica para los más pequeños con personajes representados con animales y lecciones que pueden parecer inofensivas, sino que toda esa construcción del imperio del ratón evolucionó a ser un espacio donde los adultos podían resguardarse e irse a perder en la nostalgia de un mundo más infantilizado, inocente, incapaz de sufrir cualquiera de las desvalías del mundo real. Esta alteridad artificial hecha realidad creada por Disney les da el poder a los adultos sobre los niños no solo en cómo educarlos, también en qué camino ponerlos para que hagan exactamente lo mismo que sus padres, siendo ellos simples consumidores pasivos de todo producto audiovisual manejados y preparados como literatura, películas y actualmente streaming infantil por adultos con ideales políticos además de los propios gobiernos que tienen agendas más grandes que buscan establecer en donde puedan un solo modo de pensar, su modo de pensar, que a grandes rasgos se le puede reducir al consumismo exhaustivo irreflexivo que no es para nada nuevo, ya que los autores hacen crítica de esto como una problemática que, en su momento, tendría no más de cincuenta años y hoy en día tiene más de cien. 

Video recomendado: "Los "Niño-Hombres" están ARRUINANDO el Cine y Series" 

Si puedo decir algo es que se trata de una situación verdaderamente distópica, porque bien lo mencioné antes, es algo que no ha hecho más que intensificarse con el paso del tiempo hasta la actualidad. Y si se me permite ser un poco cascarrabias y exagerado, es incluso peor en el presente año de escrito este artículo que antes, debido a que el fenómeno globalizador ha hecho con perfección el camino más efectivo, práctico e ineludible para que compañías como Disney se conviertan en las regidoras de la moda actual, los modos de pensar e incluso, lo que uno debería beber y comer. Dorfman y Armand, desde el capítulo 2 en adelante, hablarán de un concepto que resumen maravillosamente la forma en que el pensamiento dominador se mira a sí mismo sobre el resto de culturas, formas de vivir y cómo deberíamos de actuar para con ellos. Se trata del "Buen salvaje", y utilizan como ejemplo varias historietas que hoy en día, como dicen mis pares, sería funable en todos sentidos. Y es que, fuera de la cultura norteamericana puclra, blanca y civilizada; paises y culturas del resto del mundo son representados con los esterotipos más marcados que se tenían en ese tiempo, siendo muy reconocibles en ocasiones a qué lugares y a quienes hacen burla y referencia. Simplemente hay que irnos a los nombres de dichos paises extranjeros en el mundo de Patolandia, como lo hacen los autores, para darnos cuenta lo bien pensado para mantener esos estereotipos en la población: Inca-blinca, Inestablestán, Aztecland, Esfingelandia o ni si quiera tener nombres como tal, "islas habitadas por salvajes (...) islas deshabitadas" (Dorfman y Armand, 1971). Y todos estos lugares, cuando llegan los protagonistas que son McPato, Donald y los sobrinos, son tratados no como seres iguales aunque eso pudiesen aparentar a primera vista, por el contrario, como sujetos ineptos que son "salvados" por aquellos civilizados que vienen a dejarles inventos increíbles (sease un frasco para hacer burbujas, un reloj o cualquier objeto que tuviesen a la mano ese rato) para intercambiarlos por esas piedras sin valor que no son tan importantes para los nativos, pero son de mucho valor para los protagonistas, pues ellos saben su verdadera utilidad y los dueños originales son, en pocas palabras, ignorantes que a ojos del aventurero no tienen idea del poder que el oro, joyas u objetos antiguos tienen en el mundo del mercado y el capitalismo, tratando de justificar de esa manera que el oro está en mejores manos con ellos que con los bárbaros

Esto es algo que representaban en esa época, pero no es distinto a lo que hacen hoy por hoy en sus productos que tratan de representar a distintas culturas. Seamos justos y entreguémosles algo de crédito al tratar de ser más precisos, justos y hasta inclusivos en sus producciones, representando más fielmente a las etnias y sus pueblos. Sin embargo, un paso adelante y dos atrás sigue siendo un atraso, porque fuera de esa fidelidad e intento de respeto, siguen representando en forma "primitiva" esos paises a los que tratan de dar honra. Creo que es obvio a qué productos recientes me estoy refiriendo, siendo Coco y Encanto las dos superproducciones animadas de los últimos años que han hecho este intento de ser fieles y respetuosos pero, a mi punto de vista, fallan en el intento. En ambos casos, a pesar de la globalización ya les permita saber claramente que tanto México como Colombia son lugares tan civilizados, urbanizados y con sus propios problemas sociales, son representados en las condiciones que ellos creen que siguen viviendo las personas de esos países; Coco por su parte siendo un pueblito pequeño de aspecto dígase tradicional, y en Encanto directamente están aislados por montañas en una comunidad autosustentable por poderes mágicos. Y los problemas que resuelven en ambas películas son los mismos, de tipo familiar en el que una generación se enfrenta a otra porque la más joven no comprende a la más vieja y viceversa, llevando a conflictos que de forma irreal se resuelven en cuestión de días o incluso solo horas (Toda Coco se desarrolla durante la noche de del Día de Muertos, por lo que Miguel, el protagonista, no habría pasado más de 24 horas y ya resolvió problemas familiares de por lo menos tres generaciones atrás). Pero seamos justos de nuevo, es claro que estas dos no son ni Colombia ni México en su totalidad pero SON Colombia y México para ellos, es como esperan que la gente sea y como los lugares se vivan en esos países, cuando la realidad es más dura de ver. 

Tomada de: https://es.web.img2.acsta.net/pictures/17/09/14/10/49/2019727.jpg
Tomada de: https://cdn1.img.sputniknews.lat/img/07e5/0c/1e/1119868039_0:0:1200:1200_1280x0_80_0_0_ddcee36af23a562a29862280b1f37186.jpg

Lo anterior es solo una forma de las tantas que este conglomerado tiene y ha tenido para moldear el pensamiento, las acciones e incluso la política a su favor. Existe registro que durante eventos conflictivos por parte de EE.UU. con otras naciones, el uso de propaganda caricaturizada con estos personajes se extendía para generar tensión así como un punzante sentido de patriotismo en los ciudadanos con la esperanza de que cada vez hubieran más que se enlistaran para pelear por dicho país. No hay que irnos muy lejos cuando, en la Segunda Guerra Mundial, una vez producida la rendición de Alemania, Japón continuaba peleando y lo que hicieron los medios estadounidénses fue casi en su totalidad deshumanizar la idea de los ciudadanos japoneses porque, si tu enemigo no es humano, es más fácil acabarlo ¿verdad? Disney ha sido parte de esto de vez en cuando, siendo la más resaltable así como de la que más se tiene conocimiento, la ocasión en que crearon un corto animado con (coincidentemente) el Pato Donald siendo un nazi, burlándose del dictador alemán cada vez que aparecía una imagen suya e incluso llega a aparecer en el corto representado como un llorón quejumbroso. Esa es la marca que Disney trata de borrar, pensando que nunca ha sido político cuando toda su historia está repleta de acciones similares y hoy en día tampoco se salva de ello. 

Hoy en día la sociedad atraviesa un punto histórico de complacencia, hedonismo virtual, refugio en la nostalgia y muy poca intensión de cambiar la realidad en la que viven, pues, como decía en la duda de Matrix, ¿por qué cambiarías la realidad que te entrega todo lo que quieres? Con las redes sociales, la hiperestimulación e hiperinformación, el constante ir y venir de cosas que parecen desaparecer en menos de un instante que provoca un efecto que recientemente es conocido como FOMO o miedo a perderse cosas gratificantes que solo están un momento (y que es muy aprovechado por estafas en servicios o productos desde hace años). El libro de "Para leer al Pato Donald" se adelantó o tal vez no, pero sí habló muy acertadamente en algunos puntos sobre lo que las sociedades urbanas industrializadas y tecnológicamente similares padecen en el día a día. Creación constante de "necesidades" que obligan a comprar cosas innecesarias, intensos deseos de consumo provocados por el efecto de arrastre, el FOMO, la presión de los medios, el deseo desesperado de querer sentirse fuera de lugar y especiales en un mundo que cada vez intenta hacerse a sí mismo especial, querer sobresalir de entre la comunidad porque eso es lo que nos dicen películas, series de streaming, que todo sueño es posible de alcanzar sin pasar antes por el sufrimiento de la necesidad y que cualquier error que cometamos no tenga repercusión alguna. En pocas palabras, y regresando nuevamente a mi reflexión de Matrix, estamos cada vez más y sin miramientos yendo a esa simulación perfecta, ese punto feliz donde todo se nos es dado con la esperanza de mantenernos tranquilos pero en realidad, solo terminamos sintiendo un agobio de que las cosas son tan perfectas que hay algo fuera de lugar y no podemos creer que sea cierto. O por el contrario, queremos crear ese mundo tan arrogante porque el nuestro ya no nos es suficiente, se ha vuelto tan hostil emocional y socialmente, todos se odian entre todos, nadie está nunca contento, cada persona está por su cuenta en una individualidad extrema, las tendencias se inclinan cada vez más a no tener hijos o si quiera una pareja, que el yo es más importante que el colectivo y que si buscamos gratificación, debemos hacerlo solo en los productos ofrecidos en vez de la interacción social. El mito, la profesía autocumplida del Self-made man que mencionan Darfman y Armand, aunque yo le cambiaría (ya que hay que incluir a todo el mundo) a Self-made human, el humano hecho a sí mismo, y si pensamos en ese término, ¿qué es un humano hecho a sí mismo? ¿Uno autorealizado? ¿Uno que cumple con todas las expectativas? ¿Uno que se sale del molde como el mundo quiere? ¿Uno que compra todo por su cuenta? ¿Que no compra nada y busca hacer lo posible por ir en contra del sistema? ¿Aquel que tiene una familia o aquel que no la tiene? ¿Un humano ahora debe vivir en sociedad o ser solitario? ¿Porqué las compañías nos llevan a ser más individuales? ¿Porqué no mejor sociales? Entre más compremos por necesidades distintas en una misma familia, mejor, ¿no? ¿Porqué incitar al odio en redes? ¿Porqué buscar en sensacionalismo? ¿Un humano hecho a sí mismo debe hacer todo lo que le dicen o todo lo contrario? ¿Todas estas dudas tienen un propósito si quiera? 

Tomada de: https://qph.cf2.quoracdn.net/main-qimg-0198515616dafe83d7aa475d8ed9846c-lq

Al final no he hablado ni si quiera de otros temas tan importantes que toca el libro, como que el Pato Donald es representado como un trabajador pero es una ilusión en la que se ve reflejada la América Latina, o que Mickey es como el ejemplo a admirar. Que el rol de las mujeres también está muy determinado en esas historietas (y es tan machista como podríamos imaginar) o el hecho de que no existen padres en el mundo de Disney, quitándole todo origen biológico y siendo más cercanos todos a seres que autogeneran así mismos, como una alegoría a que no deberíamos pensar de dónde vienen todos los productos que tenemos hoy en día, solamente debemos comprarlos, consumirlos, botarlos y comprarlos de nuevo en un círculo vicioso que jamás acaba. 

Lo cierto es que no tengo ninguna respuesta y como es el título de este blog, ¿cuál es tu duda respecto a este tema?

Comentarios