No tan duda: La Loba (Reflexión del Cuento 1 de Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes)
Es un cuento, o más que cuento, es un pequeño relato introductorio. Previo a este hay una explicación más profunda sobre lo que se encontrará en el resto de los cuentos, pero en sí, es una imagen mental para tener presente en todo el libro sobre la figura de La Loba, una especie de representación o energía psíquica que está en el interior (principalmente) de las mujeres que las impulsa a ser ellas mismas, o convertirse en la Mujer Salvaje. En principio, desde la perspectiva masculina, no podría entender o darle significado a qué o quién la Mujer Salvaje y todavía sigo descifrando con precisión a qué se refiere Pinkola con ella, pero entrega los elementos que una y otra vez se repiten en algunos cuentos para reconocer aspectos importantes de la misma: los huesos, el canto, el análisis de las partes, el soplo de vida, la muerte, el renacer…
Occidentalmente, son elementos muy tomados
a la ligera o por el contrario, llevados al tabú máximo. Pero la autora rompe
con ello y desde el principio explicita su intención de quitarnos la idea común
de que la Muerte es mala y solo la Vida es buena. Que los huesos tanto
literales como en su aspecto simbólico no son de temer, sino de apreciar y
respetar. Que lo “Salvaje” no siempre se trata de algo incivilizado o que no tiene
nada de conocimiento, sino todo lo contrario pero que puede vivir con libertad.
La Loba, una loba metafórica y a veces
literal, es la representación de algo claro, que ese sentimiento de libertad
con un interior instintivo, olfativo, curioso pero peleador, defensor al mismo
tiempo que cariñoso está siempre presente, las mujeres contienen y viven junto
a La Loba siempre, pero a muchas se les dificulta encontrarla, otras la han
tenido presente toda su vida pero la ignoran por seguir preceptos sociales, y las
que verdaderamente se han convertido en ella, saben o intentan saber cómo guiar
a las otras por el mismo camino de liberación pero en los pasos que ellas
puedan crear sin atarlas a un molde común. Y es algo que los hombres, y todo
ser humano puede aprender también, aprender de la Mujer Salvaje, de La Loba, de
lo que Pinkola puede enseñar para entender algo ulterior a los simples
sentidos, porque los seres humanos no estamos hechos de estímulos y respuestas
nada más, sino que nos compone un aparato mental tan complejo que recién hace
casi doscientos años se ha llevado estudiando con seriedad y su especulación
lleva siglos sino es que más de un milenio en la mente de humanos que piensan
descifrar sus secretos.
Esto es tratar de entender la mente, y
desde una perspectiva bastante fuera de la caja.
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