Duda de: Otros países y su sistema.

 Quien puede reirse, conocer los errores e insultar mejor a nuestra persona siempre será uno mismo. 

¿Por qué conocer la historia de otros países? Esa es una pregunta que apremia en todo momento a quien está aprendiendo en la escuela sobre el mundo. Los adolescentes son los que se cuestionan más esto, porque en sus cabezas las cosas importantes están más relacionadas al disfrute, la fiesta y simplemente pasarla bien, además de ser rebeldes en la medida que quieren (o la que les imponen). Sin embargo, que tengan que preguntarse esto no es más que la muestra de un fallo en el propio sistema en varios estratos: desde la familia, pasando por las escuelas y colegios, incluye también la universidad, hasta llegar al gobierno mismo que poco o nada hace por querer responder esta simple duda. "Ya de por sí nuestro país tiene historia, ¿para qué querríamos saber la del resto? Es inútil" podría pensar alguien en algún momento (o tal vez ya lo pensaron) pero lo cierto es que, tal como lo explica Bandura, es válido y hasta muy eficiente aprender al observar a otros equivocarse para evitar nosotros repetirlo. 

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Pero lo cierto es que no parecemos aprender de nadie ni nada, a menos que las consecuencias sean lo suficientemente graves como para afectarnos a todo el mundo. Tenemos el ejemplo de las Guerras Mundiales, las bombas atómicas, en el caso de Latinoamerica las dictaduras y la Guerra Fría (aunque en tiempos modernos hay casos más intensos como lo fue el 9/11 y los recientes conflictos socioculturales surgidos a partir de la Pandemia de 2020, aunado a los diversos momentos en los que ha sido posible una Tercera Guerra Mundial en los últimos dos años por las peleas de varios países grandes). Hacer cambios en las raices sistémicas es más difícil de lo que parece. Y el documental de "Qué invadimos ahora" (Where to invade next.) de Michael Moore, sacado hace más de seis años, demuestra con el claro ejemplo de EE.UU. que no sirve de nada descubrir cosas útiles y aprenderlas de otros países, si es que no generan un beneficio "real" al bolsillo y el poder de quien dirige el Estado. 

Actualmente Estados Unidos continua con el sistema de salud más ineficaz y caro del planeta, los impuestos siguen yendo en su mayoría a la industria armamentística, las escuelas siguen luchando por ser públicas y las universidades que deberían se gratuitas dan más dolores de cabeza en lo económico a sus estudiantes que una deuda real por haber trabajado, eso sin contar el seguro social y otros aspectos básicos como la comida o la vivienda. A estas alturas no es sorpresa para nadie el saber que EE.UU. no es ni será nunca el mejor país del mundo, y ellos lo saben porque se han criticado a sí mismos varias veces y de todas las maneras posibles en películas, documentales, series, libros, telenovelas, comics, poemas, recitales, musicales, música, hasta en la publicidad tan necesaria para ellos se odian a sí mismos porque reconocen que son monstruos (refiriendome a su sistema de gobierno y a las acciones que este ha tomado para alterar ideologías, cursos históricos y la historia misma a conveniencia suya), pero a diferencia de otros países con una historia igual o más desastroza como Alemania, Japón o Rusia que además de reconocer tratan de generar un cambio aprendiendo de esos errores y tratar de dar un mejor futuro a sus habitantes, EE.UU. simplemente queda en la autocomplasencia de decir "Así somos, mejor que nos aguanten o les lanzamos una bomba nuclear" (porque esa es la respuesta que ha generado en todo el mundo casi cien años después de los ataques a Japón. Recientemente ví en la redo social más tóxica del planeta, en el contexto del conflicto diplomático Ecuador-México, que un imbécil comentaba algo parecido a "Que les manden una bomba nuclear a esos monos (refiriéndose a Ecuador) y se acabó".). 

Se puede con mucha lógica considerar a Michael Moore como un exagerado y conspiranóico en sus documentales, poniendo de cara muchas situaciones utópicas o distópicas para generar un impacto polarizador. Pero se puede rescatar del mismo algo bastante realista, y es que sus críticas tienden a señalar que los problemas que se deben solucionar solo pueden hacerlo si se trabaja visitando, conociendo y aprendiendo del resto del mundo para aplicarlo en un contexto más local. Porque nada en el mundo actual es completamente original o autóctono, puesto que por la colonización, mestizaje, migración, globalización, etc. el bagaje sociocultural, genético e histórico está tan entremezclado que es difícil considerar algo como "propio" cuando en otra parte ya existía y simplemente se adaptó a nuestro contexto. Ningún sistema es original, y si lo es, es porque falta descubrir si es que antes hubo uno parecido. Pasó con los reinados, la democracia, la aristrocracia, la oligarquía, hasta el modelo dictador y el facista tienen orígenes muy antiguos (aunque eso no significa que deban ser empleados hoy en día).

Repito, los que pueden reírse con más fuerza de las estupideces que cometemos somos nosotros, pero si solo nos quedamos en la risa y no cambiamos esos errores, nos quedamos en el mismo punto para siempre. Tener la fuerza para cambiar cosas básicas es lo más inteligente que se puede hacer, y no necesitamos una motivación increíble o una razón extrema para sacar esa fuerza; puede aparecer de la nada en el momento más inesperado, y queda en nosotros hacer uso de ella en ese punto oportuno. 

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